Desde la temprana niñez, cuando imaginamos que hay monstruos en nuestro armario, o cuando vemos extrañas siluetas siniestras en la oscuridad que el terror nos sigue. En el cine, literatura, música y sobre todo, en la vida real. El terror siempre está ahí para hacernos sentir con vida. Bienvenido a mi Blog, amante del terror.

viernes, 27 de junio de 2014

Sujetos de estudio.



Día 1:
        El buque Wiedergeburt partió a las cero seiscientas horas del día diecisiete de diciembre del dos mil veintinueve en dirección al círculo polar ártico. Eramos trescientas personas, pero el grupo científico estaba compuesta de tan solo seis individuos: Akame Li, Johan Schmidt, Roberto Sanhueza, Fynn Stokeworth, Akira Katzuko y Maarko Mäkinen, su servidor. El día pasó sin mayores novedades, la carga se estaba comportando tal y como lo había predicho en los estudios anteriores realizados en el centro biológico Wiedergeburt junto a mis colegas Li y Steve Porter, quien cayó en desgracia hace ya un par de meses.
A las once y media de la noche, nosotros, el grupo de Wiedergeburt, realizamos la primera minuta; acordamos que era imperativo exigir que las temperaturas de las cámaras criogénicas se descendieran aun más.

Día 2:
        Akame se acercó a mi laboratorio. Lucía exaltada. Le pregunté qué le sucedía y me contó que el capitán Adelfried Moeller no accedió a nuestras demandas. Alegando que sería una sobrecarga innecesaria al sistema central de la nave. Le dije a Akame que yo hablaría más tarde con él, la rodee con mis brazos y, por esta vez, se dejó abrazar por un par de segundos.
        Más tarde ese mismo día, intenté localizar al capitán, pero su personal me lo imposibilitó, alegando que estaba demasiado ocupado.
El comportamiento de la carga, almacenada en las cámaras criogénicas, no presentó alteraciones. Excepto por el sujeto I-190, que presentó durante las horas más cálidas del día un alza en la actividad bacteriológica. Decidí aplicarle una muestra tamaño B de la síntesis SIT39 y, en un par de horas, dicho comportamiento anómalo mermó completamente.

Día 10:
        Akame simplemente ya no me habla tras lo sucedido dos días atrás. Johan me mira de manera extraña y todos, incluso los miembros del personal de limpieza y del personal de cocina me evitan. Mas no importa; me ayuda a concentrarme en mi investigación. Me pareció ver que uno de los sujetos se movió, lo cual es imposible. Debo hablar con el capitán, ¡debe bajar las temperaturas!
Día 12:
        Hoy, a las cero trescientas horas aproximadamente, se coló alguien a mi habitación y se introdujo dentro de mi cama. Era Akame. El sexo estuvo fantástico; muy eficiente para reducir el estrés.
        Tres horas después que hubo finalizado la hora de colación me acerque a las instalaciones del casino, vi a Akame sentada, casi terminaba con su porción. Ella y yo somos los únicos que almorzamos a destiempo con tal de no interrumpir nuestra investigación. Le guiñé un ojo y le dije que la esperaba donde nos reunimos siempre que ella quisiera. Fingió una muestra de contrariedad y seguí mi camino.
        La investigación siguió su curso esperado.

Día 15:
        Akame entró nuevamente a mi habitación durante la noche, no pude ver qué hora era. Le dije que la estaba esperando con impaciencia. Ella no dijo nada; me besó.
        Durante la tarde le pedí a uno de los ayudantes del capitán que me dejara hablar con él. Me dijo que no creía que fuera posible. Le pedí que le dijera que por favor reconsiderara bajar las temperaturas.
        Apliqué una síntesis SIT39 a todos los individuos en estudio.

Día 20:
        Tras días abusando de la SIT39 noté que ésta se acabó.
        Durante la hora de almuerzo me senté con Akame y puse mi mano sobre la de ella, quien la retiró de inmediato. Le pregunté si quería que siguiéramos ocultando lo nuestro y se levantó de su asiento y se fue.
        Volví a mi laboratorio, rompí un set de frascos de vidrio por accidente. Accidente.
        Akame no me ha vuelto a visitar.

Día 30:
        Han sido días muy miserables. Siento que no puedo dormir durante las noches, esperando que vuelva Akame. Las viejas necesidades primarias están volviendo a mí; hacen que me sienta como un primate enjaulado.
        El sujeto I-190 registró un nivel peligroso de actividad bacteriológica. A falta de síntesis SIT39, apliqué una dosis de SKT39. El resultado no fue el esperado, lo que me recuerda que debo hablar con el jodido capitán.
        Maldita Akame, la odio.

Día 34:
        No sé donde estamos. Creo que el personal se está reduciendo aun sabiendo que eso es imposible. No he visto a Johan ni a Roberto en días. Vomité antes de ir a acostarme, noté la presencia de sangre en el emesis.
Día 35:
        Hoy no he visto a nadie. No me he acercado al laboratorio, me dedico a ir de laboratorio en laboratorio buscando a alguien con vida. Alguien a quien no tenga que investigar. No tengo resultados.
        Akame te extraño.

Día 37:
        ¡Que se jodan todos! ¡Todos sin excepción! ¡Maldita seas, Akame! ¡Maldito capitán, lo arruinaste todo!
        El sujeto I-190 está presentando un comportamiento anómalo. Debo chequear su histori

Día 41:
Sangre en el vómito. Mis jodidas manos tiemblan. El sujeto I-145 está comenzando a responder.

Día 42:
        Johan está muerto. Muerto. M-U-E-R-T-O.

Día 44:
        No voy laboratorio. No hace días.

Día 50:
        La temperatura. Manos tiemblan. Sujeto I-190 me habló. Salió su cápsula. Corrí. Corrí y encerré, habitación. Todo perdido. Capitán nos extinguiste. Ellos… ellos hablan ahora. PIENSAN.


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